Por lo general, casi todas las placas e insignias
municipales españolas, reproducen en su interior el escudo heráldico de su
respectiva localidad, si bien en algunos casos existen excepciones a este
criterio.
Veamos por ejemplo un diseño de la insignia profesional de la
policía municipal de la localidad navarra de Estella (Lizarra, en euskera).
En lo que se refiere a su base exterior (una orla plateada
de la que emanan rayos tridimensionales del centro al exterior), no encontramos
diferencias con la mayoría de las insignias policiales
de otros regiones y ciudades.
Su
singularidad radica en el emblema central de la pieza, dónde se reproduce el
escudo de Estella, según la heráldica municipal navarra: “Trae de gules (rojo)
y una estrella de oro de ocho puntas. En bordura, también de gules, las cadenas
de Navarra de oro".
Hay que tener en cuenta que una regla fundamental de la
heráldica, en vigor desde los años 1150, divide los colores en dos grupos:
blanco y amarillo (metales) el primero; rojo, negro, azul y verde (colores) el
segundo, y prohíbe yuxtaponer o superponer dos esmaltes que pertenezcan al
mismo grupo.
El color rojo simboliza el fuego y la sangre, y para muchos
pueblos, por estar ligado a la vida, es el primero de los colores. Es el color
del fuego central del hombre y el de la tierra, el del atanor de los
alquimistas, el de la piedra filosofal, y el del carbúnculo que forma la
esencia del escudo de Navarra.
La estrella tiene carácter celeste y simboliza el espíritu.
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