La bicicleta policial viste mucho. Eso es lo que parecen pensar los
guionistas y productores de cine y televisión. Ejemplo de ello son las 5
temporadas y más de 100 episodios de “Pacific Blue”, serie que relata el día a
día de los agentes de policía de Santa Mónica (California), combatiendo el
crimen a lomos de sus bicicletas de servicio.)
Esta nueva moda policial, se ha extendido también por nuestra piel de
toro, y así, cuerpos de policía local como el de “El Puerto de Santa María en
Cadiz” ( hay otros muchos ejemplos) estrenaron al calor del verano sus nuevas
unidades de bicicletas.
Los argumentos que avalaban este nuevo descubrimiento en el patrullaje
policial eran que en bicicleta se puede acceder sin problemas a lugares donde
no llegan los coches, además, de ser un medio
de transporte barato, necesitar menos mantenimiento , no contaminar el medio
ambiente y ayudar a mantener en forma a los policías.
Londres, también se sumó a esta nueva iniciativa, propia del siglo XXI,
en base a que reportaba muchas ventajas:
1- la intervención de los agentes resulta particularmente eficaz
2-la imagen de la policía mejora notablemante en un entorno de
proximidad y buena convivencia
3- los agentes se pueden desplazar por todas partes, respetando el
entorno y con unos costes sin competencia
4- su presencia sobre el terreno al circular en bicicleta les
proporciona un conocimiento de primera mano de la problemática ciclista y les
permite sugerir medidas a tomar para mejorar sus desplazamientos y su seguridad
5- ademas de las misiones habituales de policía de proximidad o de
patrulla, estos agentes pueden realizar otras específicas como el
acompañamiento de grupos de ciclistas (acompañar a los niños a la escuela) o
salidas en bici en el entorno escolar.
Habíamos descubierto la pólvora.....
Pero en realidad no hay nada nuevo bajo el sol. Las nuevas ideas no son
tan nuevas y como suelen decir nuestros mayores, todo es cíclico y se repite a
lo largo del tiempo.
Parece que razón no les falta, al menos en lo que se refiere al tema de
los policías y las bicicletas. Y a modo de ejemplo os citamos el caso de la
policía municipal de Bilbao, que a mediados del siglo pasado ya contaba con una
unidad de 50 agentes en bici distribuidos en turnos de mañana, tarde y noche.
Las bicicletas policiales bilbainas eran de la marca “Orbea”, “Onen” y “BH”.
Al terminar el servicio, los policías municipales de Bilbao, depositaban
las bicicletas en su comisaría de distrito, excepto aquellas que necesitaban
una revisión que eran enviadas al garaje del Ayuntamiento, dónde el equipo de
mantenimiento ( formado por tres agentes) se encargaban de su puesta a punto.
El equipo de mantenimiento, además de reparar las bicicletas, realizaba
otros trabajos similares en las comisarías: albañilería, fontanería,
electricidad, etc...
Este equipo sigue funcionando a día de hoy. Consta como el de entonces
de tres agentes y se le conoce coloquialmente como “Los KojaK”.
Esto demuestra que lo que funciona es mejor mantenerlo , y que los
experimentos, a ser posible, “solo con
gaseosa”.
En la imagen, una fotografía de la unidad de bicicletas de la policía
municipal de Bilbao.
Fuente: www.insigniaonline.es