Llamamos pesquisas policiales a la dirección por donde se van a encaminar la linea de investigación de un ilícito penal. En los comienzos de toda investigación criminal existen varias líneas
que se pueden seguir, pero tan solo una es la correcta que nos va a llevar al esclarecimiento
del delito y a la cual los investigadores suelen referirse como línea buena.
La elección
de la línea de investigación es una cuestión fundamental, pues si no se acierta
lo único que se va a conseguir es perder el tiempo en los primeros días de la investigación.
Un tiempo muy valioso, durante el cual irán desapareciendo las posibles pruebas
materiales y desvirtuándose las testificales. Una línea errónea desgasta las energías
de los investigadores y provoca el desánimo en ellos al no observar avances en el
esclarecimiento del suceso.
Bastantes
veces, en delitos de cierta gravedad o complejidad, no resulta nada fácil
decantarse por una u otra línea. En estos casos, los datos que proporcione la
fase de información pueden ser muy importantes, como también lo serán para el
estudio que conteste a las clásicas cinco preguntas del cómo, dónde, cuándo,
por qué y quién cometió el delito.
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