Actividad profesional:
En algunas cuestiones, las medidas para estudiar la actividad profesional del VIP son muy parecidas a las empleadas para el estudio de los lugares de residencia, por lo que muchas de las cosas mencionadas en el punto anterior sirven también ahora para este otro. Por esta razón, para evitar repeticiones innecesarias, cuando se dé esta circunstancia vamos tan sólo a enunciar los apartados o las medidas que sean coincidentes, desarrollando con más extensión únicamente aquellos aspectos que sean nuevos.
Por otra parte, es importante no olvidar que la general discrecionalidad con la cual la persona protegida siempre desea sobrellevar el problema de su amenaza, implica que toda la información de su vida, en especial la del ámbito laboral, ha de obtenerse con suma reserva y solo cuando las circunstancias lo hagan necesario. Principalmente será el propio VIP quien la suministrará a los policías, pero si, además, hay que practicar averiguaciones aparte, es muy recomendable que se hagan con el previo conocimiento de aquel.
Veamos, sin más preámbulos, lo que se debe comprobar sobre la actividad profesional en el estudio preliminar.
-Tipo de profesión, puesto de trabajo y horario:
Debido a la gran magnitud del heterogéneo mundo laboral, el tipo de profesión que ejerza la persona protegida condicionará en parte el servicio de escolta, pues no es igual proteger a un empresario que a uno de sus trabajadores. Efectivamente, la vida profesional del conjunto de los seres humanos se puede desarrollar en horarios y días muy variados y en espacios tan diversos como son un despacho particular, una oficina, una fábrica, una tienda, un vehículo, una obra de la construcción, etc. Igualmente, la actividad se puede llevar a cabo bajo techo en un edificio o a la intemperie, incluso se puede hacer desde la propia vivienda y sin tener que salir para nada a la calle. Puede suceder, también, que el VIP efectúe viajes fuera de la provincia o del país, que carezca de horarios fijos o de un trabajo convencional, por ejemplo una ama de casa, o que por su juventud aún sea un estudiante. Por consiguiente, resulta imprescindible confirmar la profesión, el puesto de trabajo, la forma en que lo realiza, los turnos y horarios, y además el escalafón que ocupa en la organización la persona cuya seguridad se quiere proteger.
-Tipo de empresa y trabajadores:
Es bueno saber si la empresa donde trabaja es propiedad, única o en sociedad, del sujeto protegido o bien se trata de algo completamente ajeno a él y no es más que un empleado a sueldo. El tamaño comercial de la firma, las dimensiones de la plantilla de trabajadores y la conflictividad social y política de estos, o del negocio, son otros factores a tener en cuenta. En idéntico sentido, puede resultar interesante tener conocimiento de quiénes son sus jefes, sus subordinados, sus compañeros más cercanos y de si dispone o no de una secretaria personal. Toda esta información, tal y como ya se ha indicado con anterioridad, se recabará de forma muy discreta y sólo cuando sea estrictamente necesaria.
-Zona donde está ubicado el lugar de trabajo:
Todas las consideraciones hechas anteriormente sobre la zona donde está ubicada la vivienda, dentro del punto en el que se ha tratado del estudio de los lugares de residencia, tienen idéntica utilidad para la zona donde está ubicado el lugar de trabajo, por lo que no procede volverlas a repetir nuevamente.
-Tipo de recinto, visibilidad y acceso:
Es preciso ver el recinto donde el VIP ejecuta su actividad profesional, verificando si es un edificio de oficinas con o sin viviendas en él, un pabellón industrial, un espacio al descubierto vallado o no, una galería comercial, un mercado, un complejo de grandes almacenes, etc. En el supuesto de que el VIP tenga asignado un lugar específico donde desarrolla sus tareas, deberá ser examinado para ver cómo se accede hasta allí y, en caso de ser una dependencia cerrada, comprobar si hay alguna ventana que dé al exterior. De idéntica manera a la que se hace en el caso de la vivienda, hay que mirar la visibilidad existente del interior al exterior y a la inversa. En la misma línea, se deben localizar todos los accesos que facultan poder entrar y salir del recinto, prestando especial cuidado al modo en que se hacen y a la posibilidad de usarlos todos aleatoriamente para romper rutinas.
-Recepción al recinto de trabajo:
Los puntos de acceso o recepciones al recinto han de ser examinados para corroborar si se accede mediante un portal, un hall industrial o de oficinas, un portón con barrera levadiza, etc. Básicamente, los detalles en los que hay que fijarse son los mismos que los ya mencionados para los portales de las viviendas sitas en edificios comunitarios. Es posible, incluso, que el protegido trabaje en una oficina o despacho que se halle en un edificio donde también existan viviendas.
-Garaje o zona de estacionamiento privada:
En el supuesto de que el centro de trabajo disponga de garaje para aparcar los vehículos de sus empleados, serán de aplicación, en general, las indicaciones realizadas para los garajes de las viviendas y que tampoco vamos a repetirlas ahora. Muchas empresas no disponen de garaje interior o subterráneo, pero sí de un parking o una zona de estacionamiento exterior privada. En este caso habrá que cerciorarse si esa zona está o no dentro del vallado perimetral de la empresa, examinar el terreno circundante en atención a sus elevaciones y su vegetación, ver si el parking tiene o no un control de accesos propio y verificar si allí pueden estacionar visitantes además de los empleados de la empresa. Cobra interés, asimismo, saber si el aparcamiento, ya sea garaje cubierto o explanada al aire libre, es compartido por trabajadores de otras empresas cercanas o de uso exclusivo de la del VIP.
-Actividad pública:
Algunas de las personas escoltadas despliegan una actividad pública de tipo político, cultural, social, etc., hecha al margen de su profesión habitual o con motivo de esta y que, bastantes veces, es la causa que genera la asignación de una escolta. Es preciso incorporar al estudio preliminar cómo la efectúa en cuanto a los lugares donde suele acudir, los días y horarios frecuentes, la forma de desplazarse, los acompañantes habituales y los demás aspectos que puedan afectar a su seguridad.